El riesgo de incendio esta presente en cualquier edificio independientemente de los posibles usos, por ello es necesario que los edificios dispongan de las instalaciones y equipos de protección contra incendios adecuados.
Por tanto, llamamos protección contra incendios al conjunto de medidas que se disponen en los edificios para protegerlos contra las acciones del fuego.
Es en el Documento de Seguridad en caso de incendio (DB-SI) contenido en el Código Técnico de la Edificación (CTE) donde se establece la dotación de instalaciones de protección contra incendios mínima con la que deben contar los edificios en función del uso concreto al que están destinados.
El objetivo de la protección contra incendios es la consecución de los siguientes fines:
- Salvar vidas humanas
- Minimizar las perdidas económicas producidas por el fuego
- Conseguir que las actividades del fuego puedan reanudarse en el menos tiempo posible en caso de generarse un fuego.
Para conseguir estos tres objetivos, se pueden aplicar dos tipos de medidas:
- Medidas pasivas
Relativas al proyecto
- Medidas activas
Relativas a instalaciones