La “idea” se ha definido, la base del proyecto se ha formado, pero aún queda un gran trabajo por realizar. Son muchos los flecos que se tienen que pulir para conseguir culminar en un proyecto que conserve la esencia de la “idea” pero que a la vez sea viable.
El anteproyecto requiere de un mayor desarrollo y particularización de soluciones puesto que la “idea” ha tenido tiempo de madurar y evolucionar en función de sus condicionantes.
Es necesaria la redacción de un proyecto básico con el que se pueda licitar el paquete de fachadas o el conjunto del edificio, para ello se tienen que desarrollar los detalles específicos de cada solución, la descripción de sus materiales y acabados, y las propiedades mecánicas, térmicas, acústicas, de resistencia al fuego y a los agentes meteorológicos externos de los mismos
Desarrollo amplio de los detalles constructivos tipo o específicos, centrándonos en los puntos particulares de cada envolvente, arranques y coronaciones de fachadas, anclajes, juntas de dilatación, encuentros entre diferentes fachadas, esquinas, impermeabilizaciones…
Cálculo mediante programas de elementos finitos de las tensiones y deformaciones que se generan en los elementos portantes de la fachada, debidos a las cargas estáticas y dinámicas a las que se encuentra sometida la envolvente.
Del mismo modo se calcularán los elementos de relleno, indicando el espesor de los acristalamientos, geometría y espesores de anclajes, ménsulas para dobles pieles, paneles de cierre, chapas metálicas, materiales composites, fenólicos, piedras, especificando dimensiones en ancho por alto adecuadas en función de las cargas a los que estén sometidos y al sistema de fijación a la estructura portante.
El confort hace referencia al bienestar. La sensación de confort es aquella en la que el ambiente es indiferente a la actividad de las personas. En cualquier edificio actual no se entiende su evaluación sin considerar el confort que presta a sus usuarios. Dicho confort depende en gran manera de la capacidad de la fachada para actuar de filtro selectivo en la relación entre ambiente exterior y ambiente interior.
Para asegurar el confort interior se realizarán estudios:
Térmico:
Se analizará la temperatura exterior en función de la zona en la que se sitúe el edificio en las diferentes estaciones del año y las propiedades interiores que se pretenden conseguir. Estudio de los valores de transmitancia de los sistemas de fachada, evaluando los gradientes de temperatura dentro de un mismo perfil, un vidrio o elemento de relleno, puentes térmicos dentro de la fachada, perdidas energéticas.
Lumínico:
Estudio del nivel de asoleamiento de las fachadas del edificio en función de su orientación, a fin de determinar el grado de incidencia en las prestaciones y condiciones de habitabilidad del edificio, y en la variación de las propiedades de los elementos que componen la fachada y en el estado de conservación de las mismas.
Acústico:
Análisis del ruido exterior que afecta a la construcción y de las propiedades interiores que se pretenden para el edificio. En función de estos estudios se determinará el nivel de atenuación acústica del sistema de la envolvente y de sus elementos de relleno: paneles, acristalamientos, aislamientos…
Desarrollo y elaboración de la memoria con la descripción técnica de cada una de las partidas, definiendo los elementos que las componen y las propiedades mínimas que deben de cumplir.
Al mismo tiempo se realizará un estudio de la documentación gráfica existente para el levantamiento de mediciones de las partidas que componen la envolvente del edificio.
Desarrollo y elaboración del Pliego de Condiciones mínimas que deben de cumplir el conjunto de las fachadas y cada uno de sus elementos, para adecuarse a lo que la norma exige como mínimos y a las consideraciones que se han tenido en cuenta a la hora de diseñar el edificio.
Son muy diversas las formas de ejecutar una fachada o un cerramiento, y aún siendo todas aceptables, algunas se adaptan mejor que otras a las características de la edificación y las particularidades del diseño de la envolvente.
En función de estos parámetros, realizaremos un asesoramiento de:
Sistemas de montaje.
En función del tipo de solución, geometría de la misma, la modulación de sus paneles, la ubicación en el edificio y los rendimientos que se pretendan obtener en la fabricación e instalación se asesorará sobre los sistemas de montaje más adecuados para cada solución de fachada,
Medios auxiliares.
Es muy diversa la maquinaria y andamiaje que se puede emplear para el montaje de las fachadas. En función de cada sistema de montaje definiremos el sistema de medios auxiliares idóneo.
Análisis de ofertas técnico–económicas.
Estudio y análisis de las ofertas presentadas por las diferentes empresas licitadoras de las partidas de fachada, asesorando en todo momento sobre las particularidades. Se analizarán los sistemas valorados, las variantes en materiales, los detalles preparados para justificar cada solución propuesta. Se realizará un análisis visual y técnico de los Mock-Up.
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